Mecanismos humanos

Es curioso como con el tiempo vamos conociendo y haciéndonos a las manías y la manera de ser de las personas que tenemos cerca o con los que nos une un vínculo. Después de un determinado período de adaptación, sabemos interpretar los silencios, dar la callada por respuesta, respetar los berriches y rabietas, leer entre líneas, saber cuando callar, etc. Esto sucede con la familia, con los amigos y especialmente con la pareja. Digo "especialmente" porque es con la pareja con quien -supuestamente- nos esforzamos más a la hora de acoplarnos e intentar compatibilizar las manías de uno con las del otro.

No es un proceso fácil, porque por muy compatibles que puedan ser dos piezas aparentemente, siempre será necesario un período de ajustamiento. El resultado final es lo más importante, a pesar de que los engrases sean necesarios para el correcto funcionamiento de la maquinaria. Pero ojo, que un engrase no es un apaño, que luego hay daños que no los repara ni el mejor de los mecánicos. No existe la maquinaria perfecta, pero tampoco hay que conformarse con un mecanismo defectuoso.