La Furia Sartenera
La programación de televisión de las tardes de agosto no tiene desperdicio. Concursos, sesiones de karaoke televisadas (sí, en TV3, se llama Cantamania y no tengo palabras para describirlo...) deportes minoritarios, programas de vísceras en versión light (véase Gente TVE1)... vaya, que si uno no tiene DVD, E-mule o DigitalPus (a pesar de que las repeticiones sean la norma en esta plataforma digital) ya te puedes ir cortando las venitas. ¿Y a alguien le extraña que yo me divierta montando un puzzle?
La degeneración de las televisiones durante esta época es notoria y conocida. Las reposiciones de series antediluvianas están a la orden del día. Los programas de cocina están ganando cancha últimamente, se ha avistado una cantera todavía sin explotar en demasía (aunque estos programas ya existían en el Paleolítico) que, sorprendentemente -o no-, tiene muchos adeptos.
Sin embargo, este territorio era prácticamente virgen hace unos años. Por virgen me refiero a que todavía no habían hecho ningún reality con él. Pero un buen día a algún productor o bicho televisivo se le ocurrió la magníca idea, al ver las audiencias de los programas de cocina, y la furia sartenera llegó a todas las casas, respetables y de las otras. Es de recibo mencionar que gran parte del éxito se lo deben a las payasadas del "maestro" Karlos Arguiñano, conocido por poner más vino en su garganta que en la sartén del pescado.
En fin, hecha esta poco original digresión, vuelvo a mi puzzle, que sólo me quedan 940 piezas por montar :)
La degeneración de las televisiones durante esta época es notoria y conocida. Las reposiciones de series antediluvianas están a la orden del día. Los programas de cocina están ganando cancha últimamente, se ha avistado una cantera todavía sin explotar en demasía (aunque estos programas ya existían en el Paleolítico) que, sorprendentemente -o no-, tiene muchos adeptos.
Sin embargo, este territorio era prácticamente virgen hace unos años. Por virgen me refiero a que todavía no habían hecho ningún reality con él. Pero un buen día a algún productor o bicho televisivo se le ocurrió la magníca idea, al ver las audiencias de los programas de cocina, y la furia sartenera llegó a todas las casas, respetables y de las otras. Es de recibo mencionar que gran parte del éxito se lo deben a las payasadas del "maestro" Karlos Arguiñano, conocido por poner más vino en su garganta que en la sartén del pescado.
En fin, hecha esta poco original digresión, vuelvo a mi puzzle, que sólo me quedan 940 piezas por montar :)
3 comentarios:
tele? y eso que es?? sé que hay un bichito en mi salón con antenas, pero no estoy segura de para qué sirve....
Pos a ver si se te ha apalancado una cucharacha gorda en casa y ya la confundes con tus compañeras de piso... ;P juas juas juaas (con todo el respeto máximo a las susodichas)
Por cierto, eso de phentermine no será una indirecta, no?
Pero aquí qué pasa, que mi blog se ha convertido en un tablón de anunciooos?? ¡Al menos dadme una parte, cabrones!
By the way, thank you :)
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