Just Married

Últimamente tengo miedo. Se me ponen los pelos como escarpias al escuchar que un alto porcentaje de mis compañeros de instituto ya están casados, y que una parte de ellos ya esperan prole. Pero... ¿qué ha sido de esos juerguistas que sólo volvían a casa arrastrados por sus colegas? ¿de esas mozas que se colaban en los parques y danzaban sobre las estatuas del Parque de la Ciutadella al amanecer?¿qué ha sido de todas esas horas sin dormir...? ¿de esas risas a medianoche en una habitación repleta de ganchitos y de botellas de Martini?

El espíritu continúa vivo, me dirán muchos. Pero no intacto, replicaré yo. Por suerte, porque si tuviéramos la misma conciencia que a los 18, algo estaría pasando, y no precisamente bueno. Pero cuando te miran con esa mirada reprobatoria que tan hábilmente saben utilizar y te preguntan si no tienes pareja estable... humm, eso ya me gusta menos.

Observo, sin embargo, varios grupos de casados. A saber:

a) las mujeres que se toman su labor de esposa muy a pecho y se compran blusones acorde con su condición
b) los hombres que se casan como quien se podría comprar un perro y son más calaveras aún -si cabe- que de novios
c) las mujeres a las cuales el hecho de casarse no les modifica mucho la vida, a parte de los beneficios fiscales y familiares que ello comporta (tu madre está contenta)
d) los hombres que atan a la mujer a la pata la cama -metafóricamente-, limpian diariamente todos los armarios por dentro y tienen las baldosas más pulidas que la Preysler (suelen tener una mujer de sus mismas características)
e) los hombres que atan la mujer a la pata la cama -literalmente- y salen de juerga (sus cónyuges se quedan en casa cagándose en sus muertos)
f) las mujeres que engañan a sus maridos y los dejan esperándoles con la cena en la mesa

Y no entro en las clasificaciones de las parejas gays, porque podría estar hasta mañana. Y ah, por cierto, una cosa: las clasificaciones no sirven para nada, únicamente para pasar el rato ;) Que nadie se sienta ofendido.