El otoño, como la primavera, la sangre altera

Gente, preparaos porque, según Karlos Arguiñano, el otoño es la mejor época para hacer el amor. ¿Que por qué? Pues porque -y cito textualmente- "sale la castaña y crece el nabo".

Son esas pequeñas dosis de picaresca culinaria a las que nos tiene acostumbrados, y es que ya se sabe, la cocina sin picante no tiene gracia.

COMUNICADO OFICIAL:

Estoy hasta el gorro -por no decir algo más vulgar- de los líos de la Pantoja, su chulapo el Julián Muñoz y toda esa tribu de imberbes. Si dedican un minuto más de televisión a esta "extraña pareja" no respondo de mis actos ni de mi cordura. He dicho.

Los bolsos de la polémica

¿Veis algo raro, o al menos curioso, en estos bolsos?

Pues sí, los más observadores os habréis percatado que ese símbolo que está dentro del sol bordado es una esvástica. Y la fuente de la polémica. Resulta que la archiconocidísima marca de ropa Zara puso a la venda estos artículos, y con este estampado, sin darle mayor importancia. Fueron unos clientes judíos -tenían que ser- quienes advirtieron, indignados, este curioso dibujito.
Zara ha tenido que retirar estos productos de la venta, aunque no sin antes alegar que la esvástica tiene origen hindú y que fue Hitler quien se la apropió, y que por lo tanto no había que otorgarle ESE significado. Sí, ya. A ver quien se atreve a ir con ese bolso a la calle.

Teleski II

Vamos a ver ahora al mismo protagonista del anterior vídeo pero con una dosis un poco menor de glamour. Y es que

Breve pero intenso jijiji...

Teleski Nautique!

Este es el curioso deporte al que me "arrastraron"el domingo... y no digo "arrastraron" por ir obligada, sino porque básicamente eso es lo que hice todo el día, arrastrarme por el agua sin poder tenerme en "pie" sobre la dichosa y resbaladiza tablita.
Aquí un vídeo demostrativo de lo que se tenía que hacer, ya en un nivel casi "pro". Remarcable para alguien que lo probaba por primera vez, pero hay gente que ha nacido con aletas en los pies... y esto después de haber pasado una noche de resaca jijiji...
(tened piedad, es un vídeo casero)

A petición de la audiencia, en breve colgaré un vídeo de lo mismo pero un poco menos divino... vamos, de un guarrazo. Pa que se vean las dos caras de la misma moneda jejeje

El motor humano

"Mankind does not change. On the surface, we seem different. We evolve, we devlop new rules, new standards of living. Each generation asserts modern values ans dismisses the old, priding itself on its sophistication, its wisdom. We appear to have little in common with those that have gone before us.

But within these tunics of flesh, the human heart beats the same as it ever did. Greed, desire for power, fear of death, these emotions do not change.
The things that are fine in life too, do not change. Love, courage, willingness to lay down one's life for what one believes in, kindness".

Labyrinth, Kate Moss

En resumen, que los motores que mueven al ser humano, por mucho tiempo que pase, siempre son los mismos. Pensamos que la evolución nos hace diferentes de nuestros antepasados, pero sólo en la armadura que revestimos. Lo de dentro sigue siendo carne, carne que late por sobrevivir.
A veces mirar atrás da vértigo, ya que comprobamos lo poco que en realidad hemos cambiado. A pesar de todos los móviles y aparatos de última tecnología que tengamos.

...Zzzz...

Me acuerdo que de pequeña no me gustaba dormir. Sí, sí, tal cual. Para mí meterme en al cama era un fastidio, una vil manera de acabar con el juego y la diversión. Dormía simplemente para que mi cuerpo recuperara fuerzas, pero por la mañana en cuanto abría un ojo ya me ponía en activo. Un puro torbellino. Cuando iba de excursión con más gente me fastidiaba soberanamente el momento "mañanil", porque tenía que esperar a que todo el mundo se desperezara y se quitara, muy leeeentaaaamente -al menos para mí- cada una de sus legañas. No me pasé tiempo ni nada observando a la gente mientras dormía, las respiraciones más rápidas, más hondas, los leves ronquidos y los no tan leves.

Es curioso como cambiamos con la edad. Ahora me he metamorfoseado en una marmota. Me encanta perrear sin límite los domingos por la mañana, enroscarme entre las sábanas y dejando que el sueño me venza por enésima vez. Me encanta esa sensación de amodorramiento y de placentero bienestar que te entra cada vez que notas que Morfeo llama a tu puerta. Antes no éramos amigos; ahora nos hemos hecho inseparables... zzzzz....

Dime cómo hueles...

Dicen que cuando nos falla un sentido se nos agudiza otro... en mi caso se podría decir que existe una correlación bastante directa entre el sentido de la vista y el del olfato. Y es que alguna compensación tenía que tener por ser medio topo.
Muchas de mis decisiones sobre aspectos cotidianos de la vida dependen de la impresión olfativa que me dan. Y esto incluye personas. Especialmente. Pero eso más adelante.

Me encanta ir a la sección de higiene del supermercado y perderme en el pasillo de los champús, abriéndolos todos y metiendo la nariz ante la fastidiada mirada de las dependientas.
Para mí cada ciudad tiene un olor distinto, no es para nada el mismo el que tienen París, Londres o Barcelona. Para mi París huele a queso rancio y crepe, Londres a "fish&chips" y aceite refrito y Barcelona a pescado ahumado o mejillones, depende de por donde sople el viento.

Las personas también tienen un olor característico. Y no me refiero a la colonia con la que se bañan, sino a ese aroma que emana de la misma piel. Tampoco estoy hablando de los sudores y efluvios corporales, que obviamente no me gustan como a la mayoría de la gente. Precisamente, soy bastante sensible a estos olores, por ejemplo en el metro. He llegado a vomitar por su culpa.
Me refiero a ese sutil olor impregnado en la piel del otro. Ese olor no es bueno ni malo, simplemente cada uno tiene el suyo propio. La esencia.

De hecho, esta "manía" por los olores no responde más que a un arraigado instinto animal. Y si no no hay más que mirar a como se saludan un par de perros cuando se ven. Lo primero que hacen es olerse el culo. Por suerte nosotros no tenemos esas costumbres (aunque tengamos otras mucho peores).

En conclusión, la vida es un conjunto de aromas, pestes y fragancias que se unen, se juntan y se remezclan, para dar varios resultados. Si hay suerte uno puede aspirar a encontrar la combinación perfecta. O casi.

¡Que llegan, que llegan!

Se acerca peligrosa y acechadoramente la novena edición de Gran Hermano y ya van calentando motores. De momento nos van dejando "grandes" momentos de los cástings, que no tienen desperdicio. Ahí van algunos de los delirantes monólogos de los aspirantes:

Chalada: Me llamo, según el DNI, Cristina Moreno de la Maza. Según yo, Luci Fernández. También ahí está Lucifer. Es un personaje que me gusta mucho. Más que dios, que más bien me ayuda poco.

Iluminao: Soy un fan del papa y cuando la gente se mete con el papa me mosquea, joé, porque ¡es un enviado de dios!

Ensuputomundo: Soy espontánea. A veces. Otras veces lo planeo todo... Ahora me ha venido un karma y he visto todo lo positivo y lo negativo. Y ahora estoy con lo positivo. A veces me creo todo lo que digo. Y no todo lo que digo es verdad...

"Bakala": Soy insómnico. Bueno, ¿cuando tienes insomnio cómo se dice? ¿Insómnico, no? A lo mejor te pego cuatro chillidos y luego voy llorándote. Bueno... llorando no. Yo no lloro, ¿eh? ¿Se ha grabado eso? ¿No lloro, eh? A no ser que me hagan daño o se me muera alguien, claro...

Conclusión: las drogas son mu malas

El mundo a medida

De Versalles se suele conocer el lujo y la ostentosidad de sus habitaciones y galerías, pero no todo es oro lo que reluce. Quizá son menos conocidas las posesiones de Maria Antonieta, una zona dentro de los jardines de Versalles que es para no perdérsela. Cuidada hasta el máximo detalle, la aldea de la decapitada reina es de un idilismo casi imposible. Con sus ovejitas negras -esto suena a Carmen Sevilla-, sus vallitas, sus carritos y todos sus -itos (porque aquí todo es monisísimo) consigue crear un paisaje de cuento de hadas. Juzgad vosotros mismos...

De tour por la Tour

Como no podía ser de otra manera, cayó. No, la Torre no cayó -por suerte-, fuimos nosotros los que caímos en sus redes. O más bien, en sus escaleras. Ah, y no os dejéis engañar por la foto de portada de mi guía. Hemos comprobado que tomaron todas las fotos el único día soleado en París. Porque ese cielo yo no lo vi... Metros y metros de cola para subirse al Gran Andamio...... básicamente para subir en ascensor, claro Otros, a lo "macho-men", preferimos subir andando... (básicamente porque era más barato y además había mucha menos cola) ... con las consecuencias obvias. Y es que ya tenemos una edad... Otros, más inteligentes, se llevaron el arnés y los mosquetonesTambién los hubo que no pasaron de la primera planta (total, siempre son las mismas vistas, sólo que un poco más arriba... y es que tenemos todos un afán de ir arribota del todo...)pa ver paisajes como estos, por ejemploFoto romántico-melanco, de esas para enviar al novio y que se enamore de nuevo...Lástima que una paloma tuviera que romper ese momento tan indílico depositando una sólida defecación en el cuero cabelludo de nuestra heroína Aquí la prueba del crimen. ¿Qué habría comido ese día la palomita los cojones? Estaba claro que muy bien del estómago no estaba... Desde lo alto p'abajoUiix!! Pero... ¿qué ven mis ojos? Es eso... ¿mierda?Pues sí, mierda pura y dura. Si es que ya no se respeta ná... Mariconadas a parte, creo que este corazón no estaba previsto en el plan original del parqueComo curiosidad, apuntaré que bajo la Tour Eiffel la gente solía hacer pique-niques, con sus manteles, sus fromages y sus cositas alcohólicas Y como no podía ser de otra manera, hasta ahí se respira glamour. Los pakis de la zona, en vez de vender latas de birra por la calle al más puro estilo "ravalero" vendían botellas de vinacho. Y no muy baratas, precisamenteY ale. Doy por finiquitada la croniquilla de la Tour de nombre impronunciable (que menudo cachondeíto se llevaban conmigo... ¿cómo leches se pronuncia?)