domingo, abril 23, 2006

Great Expectations

Hay personas que deberían venir con manual de instrucciones. No para entender a los demás, sino para entenderse a sí mismas. Lo de entender a los demás pasa por ser casi una utopía. Cuando crees que conoces a una persona de repente te sorprende con un nuevo rasgo totalmente desconocido que te deja desorientado.
Para llegar a entender a los demás primero hay que saber descifrarse uno mismo. ¿Qué quiero? ¿Qué busco? ¿Ésto me conviene? Normalmente somos incapaces de responder estas aparentemente sencillas preguntas, pero aún cuando las contestamos, probablemente actuemos totalmente a la inversa. Por ejemplo, a la pregunta ¿me conviene? si la respuesta es no, posiblemente acabemos haciendo todo lo contrario.

Por lo tanto, si ya a nosotros mismos no podemos pedir explicaciones, ¿cómo podemos tenir el morro de pedírselas a los demás? La única salida posible es llegar a un nivel de entendimiento mutuo que permita la complicidad y el desbloqueo de código que permite entrar en ese terreno vedado -o sumamente restringido-, que es el de cada uno. Con esto ya podemos sentirnos más que satisfechos. Es bueno tener expectativas, pero es peor ver cómo éstas son tiradas por el suelo.

2 comentarios:

Cereza dijo...

A mí me hicieron también con manual de instrucciones, pero lo acabé quemando. Quien no arriesga, no gana.

Anónimo dijo...

Pues si,pocas personas se conocen a si mismas. Lo que pasa es que, como nos pasamos el dia conviviendo con nosotros mismos, creemos que eso basta. Pero no. A veces la reflexión es buena.