Tierra de Garbanceros

Hojeando la revista de moda Vogue (robada a mi hermana, yo no me gasto pasta en estas cosas, a no ser que regalen algo espectacular), di con un artículo sobre Penélope Cruz, "nuestra española más internacional", ""la joya de nuestro cine" y tal y cual Pascual, como diría Michael Robinson el Guiñol. Incluso se han atreviso a llamarla "La reencarnación de la super mujer!"
Qué manía con agenciarnos personalidades (o personajillos) sólo porque han nacido en la misma tierra de garbanceros que la nuestra (y a veces ni eso). Siento tan mía a la Pene Cruz como a Julia Roberts, y a las dos les tengo el mismo aprecio (es decir, ninguno). Estos casos me llevan a pensar que si tenemos que reivindicar tanto "lo nuestro" será porque, tristemente, todavía nos sentimos catetos en ciertas lides y hay que ir dejando huella. El efecto que esto causa en mí es un profundo asco y aborrecimiento de los "productos nacionales" que salen publicitados en todos los medios propagandísticos posibles, habidos y por haber.

Con esto no quiero decir que en otros países sea mejor, no pienso ni hablar, por poner un ejemplo fácil, del fenómeno estadounidense.
Pero es que estas batallas "nacionalistas" por llevarse el gato al agua me revuelven el estómago, me enfurecen porque ponen en mi boca palabras y pensamientos que no reconozco como míos, y sólo porque en el carnet de identidad pone que pertenezco a una nación determinada! No por eso tenemos tenemos que ser todos iguales, pensar lo mismo, o que nos guste a todos lo mismo. Por eso precisamente pido que, si quieren poner a la Cruz en portada, lo hagan esgrimiendo méritos propios, y no por la madre que la parió.