domingo, enero 29, 2006

Yumm yuummm...

Empieza la época de los calçots. Calentitos, engorrosos y sabrosos, esta especie de cebolleta tierna es uno de los manjares más suculentos de esta temporada y uno de los que aplegan mayor número de gente. Buena comida y buenas risas en mejor compañía puede convertirse en la mejor receta para un gélido día dominical. Y si el evento transcurre en una masía de la montañita, la cosa ya puede ser inmejorable.

Así que gran día, sí señor. Felicidades a los anfitriones y a todos los presentes. Y ah, por cierto! Nuria, ya me pasarás las fotos, y las colgamos aquí para que hagan majo. Ciao bambinos, me voy a la camita que una no siente ya sus extremidades. ¡Hasta la próxima!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oi si!!!!

La verdad es que nos lo pasamos muy bien. Yo nunca los habia probado, ni siquiera sabia lo que era. Lerda de mi, pensaba que era algo metido dentro de una empanadilla...a lo mejicano...la imaginacion me jugó una mala pasada porque no tenia nada que ver.

Estuvo todo genial. Lo que creo que existe la tradicion -digo, creo- de ponerse babero, como la chica de la foto, para comerselos. Y eso no lo hicimos. Pero bueno, no nos hizo falta, porque a parte de las cenizas en la cabeza de alguna/o, creo que nadie se mancho de salsa.

A la espera de otra calçotada, me voy a comer una madalena que me esta entrando hambre....muaks

Cereza dijo...

Nunca olvidaré el momento "¿y con ésto, que se hace, se pela?"
Graande graaande jijiji