¿Mujeres o Esclavas?
Lo diré hoy que estoy especialmente de mala leche (por lo cual no me hagáis mucho caso si me extravío demasiado, tengo uno de esos días fatídicos).
El -llamado- Día de la Mujer Trabajadora es una puta farsa, una mierda y una vergüenza para todas los que nos llamamos mujeres. Atendamos, en concreto, al adjetivo. Trabajadora. ¿Es que acaso hay que establecer una distinción entre las mujeres trabajadoras y las que no lo son? ¿Es que acaso no hay hombres trabajadores y otros unos gandules de todo y lomo? ¿Y acaso ellos tienen un día para celebrar que -al menos algunos- trabajan? Una ofensa en toda regla, desde mi punto de vista.
Sin embargo, parece ser que ya se han alzado voces en este sentido y ya van modificando el desafortunado título de "Día de la Mujer Trabajadora" por "Día Internacional de la Mujer". Una sustancial mejora pero que sigue enervándome sin remedio. Este es el día que utilizan todos los medios y colectivos feministas para hacer oir sus voces y sacar a la luz encuestas sobre la desigualdad de la mujer en todo el undo. Obvio. Pero, ¿acaso es esto menos cierto cualquier otro día? ¿Por qué sólo se habla de ello en esta jornada? O es que mañana nos olvidaremos de que
- en Pakistán el testimonio de una mujer vale la mitad que el de un hombre,
- en Israel las mujeres judías no tienen derecho a divorciarse; en cambio, los hombres sí,
- en Guatemala un violador no es condenado si se casa con su víctima,
- en Nigeria el marido puede pegar a la mujer todo lo que le apetezca y además el adulterio (de la mujer, obviamente) es castigado con la lapidación
- en Arabia Saudí las mujeres tienen prohibido andar solas por la calle, conducir, salir sin velo, divorciarse, desobedecer al marido, trabajar sin la autorización paterna o de su cónyuge...
etc etc
Pero dejémonos de tonterías. Sabremos que la verdadera igualdad de la mujer ha llegado cuando, en vez de Papa, tengamos una Mama. Porque, y como dice sabiamente la humorista Eva Hache, sabrá lucir mucho mejor esos trapitos y enaguas que con tan poco glamour perchea el pendejo Benedicto XVI (el PapaRazzi).
Sin embargo, parece ser que ya se han alzado voces en este sentido y ya van modificando el desafortunado título de "Día de la Mujer Trabajadora" por "Día Internacional de la Mujer". Una sustancial mejora pero que sigue enervándome sin remedio. Este es el día que utilizan todos los medios y colectivos feministas para hacer oir sus voces y sacar a la luz encuestas sobre la desigualdad de la mujer en todo el undo. Obvio. Pero, ¿acaso es esto menos cierto cualquier otro día? ¿Por qué sólo se habla de ello en esta jornada? O es que mañana nos olvidaremos de que
- en Pakistán el testimonio de una mujer vale la mitad que el de un hombre,
- en Israel las mujeres judías no tienen derecho a divorciarse; en cambio, los hombres sí,
- en Guatemala un violador no es condenado si se casa con su víctima,
- en Nigeria el marido puede pegar a la mujer todo lo que le apetezca y además el adulterio (de la mujer, obviamente) es castigado con la lapidación
- en Arabia Saudí las mujeres tienen prohibido andar solas por la calle, conducir, salir sin velo, divorciarse, desobedecer al marido, trabajar sin la autorización paterna o de su cónyuge...
etc etc
Pero dejémonos de tonterías. Sabremos que la verdadera igualdad de la mujer ha llegado cuando, en vez de Papa, tengamos una Mama. Porque, y como dice sabiamente la humorista Eva Hache, sabrá lucir mucho mejor esos trapitos y enaguas que con tan poco glamour perchea el pendejo Benedicto XVI (el PapaRazzi).
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