¿Qué está pasando con las REBAJAS?

El clamor es total y unánime. Este año las rebajas son una puñetera estafa, por no decir una mierda. Parece ser que han sacado y desapolillado las prendas de temporadas anteriores y nos las quieren endiñar como productos de saldo. Muchos de ellos no tendrían que ser rebajados, sino regalados. Aquel abrigo o traje al cual le tenías echado el ojo antes de la temporada rebajera desaparece como por arte de magia. No se le ve por ningún lado, y si tienes la suerte de encontrarlo, hay un 90% de posibilidades de que el producto no se halle rebajado ni un miserable céntimo.

También se ha observado otro fenómeno cuanto menos curioso. A los cuatro días de empezar la temporada, ya se podía observar en algunos establecimientos el cartelito de "2as Rebajas". Ah qué bien, vamos viento en popa. Por lo tanto, no es de extrañar que esta semana la ropa de rebajas quede relegada a un triste estante de la sección del fondo a la derecha de atrás de la tienda, mientras que todo lo que inunda la tienda y ocupa los mejores estantes es la ropa de nueva temporada. Por no hablar del desaliñe con el que muchas tiendas colocan la ropa rebajada, al más puro estilo mercadillo (sólo que mucho más caro).

No puedo dejar de hacer una pequeña mención a las dependientas. Durante esta época exteriorizan todos sus traumas y los abocan sobre el pobre comprador, que sólo quiere saber si quedan más tallas de ese pantalón. "No, sólo queda lo que está ahí". Mentira podrida, porque al día siguiente aparece tu talla, graciosamente colgada de una percha. Y es que este gremio tiene un dialecto propio que hay que saber descrifrar. Por ejemplo, la frase anterior significaba claramente "no tengo ni puta idea, pero no me da la gana de mirarlo". A veces incluso te hacen sentirte culpable al interrumpir una interesantísima conversación del estilo...

- ¿Y tú que le dijiste?
- Pues eso, que mejor que no, porque claro...
- Claro, claro, es lo mejor. Porque vaya, ¿no?
- Sí, es super fuerte, tía, es que yo flipé... ¿qué quieres?

En este punto te clavan una mirada acuchilladora y te envían al infierno por la vía directa por haber interceptado sus asuntos divinos. En este momento ya estás crucificada, no encontrarás lo que quieres en la tienda ni con un GPS.

Sï, sí, las rebajas son muy duras... y seguiría y seguiría, pero mejor lo dejo para otro día. Todavía queda mucha rebaja... o no.