sábado, mayo 20, 2006

Volátil pero Tangible

Nunca olvidaré el disgustó que me llevé cuando me dijeron que no se podía tocar las nubes. Desde que era un huevo siempre me haan fascinado; tan mullidas, tan turgentes, tan rosas, tan malvas, tan esponjositas. Mi mayor deseo era volar para poder achuchar una como si fuera un cojín.

Sin embargo, ya siendo "mayor" he descubierto el tacto que tendrían las nubes si fueran tangibles. Hoy me he dado el lujazo de darme un baño de espuma. Y ha sido sumergida en la bañera, asomando sólo la nariz y jugando con la espuma entre mis manos, que me he dado cuenta. Jugaba con nubes. Vaporosas y juguetonas, de caricia suave y embriagadora.

Por eso, si alguien os dice que no podéis cumplir vuestros sueños, no le hagáis caso. Incluso los sueños más volátiles pueden acabar siendo tangibles.

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