martes, abril 17, 2007

Thelma & Louise IV- la Francia profunda

Y ya vamos entrando en materia, concretamente la que a mí me gusta más, esa Francia profunda, con sus burros, sus ciervos suicidas y sus buitrecillos...
Para muestra, un botón. O unos cuantos.

En Saint Antonin Noble val comprobamos que los galos todavía existen, y estoy hablando de los de Astérix y Obélix! No pude hacerles ninguna instantánea porque no parecían muy amigables que digamos. Eso sí, el pueblo, precioso. Yendo hacia la luz... Y haciendo el memo, que se me da muy bientanto romanticismo se me subió a la cabeza Cordes Sur Ciel. Otro pueblecico de esos tipo "Caracassone", monísimo de la muerte y llenísimo de turistas. La ruta del inserso también pasaba por allí, al parecer
Aina la Forzuda aguantando el árbol -y con una mano- (se conoce que en cuanto lo dejó ir, el pobre arbolillo cayó desplomado al suelo)
Todo pueblo de la región constaba de tres elementos básicos: una peacho de iglesia (aunque el pueblo constara de tres casas y media), una oficina de turismo y un cementerio bien pegadito al pueblo. No me diréis que no tiene su encanto...

Esto fue en Bruniquel (creo)
Y el burro. Miedito que daba el pobre. En tol tiempo que estuvimos allí palplantadas delante suyo, no movió ni un pelo el tío. Al principio parecía que estaba al acecho, pero luego llegamos a la conclusión de que simplemente estaba disecado
Y hasta aquí hoy, pero la tortura de Thelma&Louise seguirá. Todavía quedan unos cuantos pueblos y algunas anécdotas que contar...

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