Thelma & Louise V - Cahors

Sorprendentemente, llegamos al pueblo de Cahors sin perdernos demasiado (parece ser que algunas mujeres vamos desarrollando un GPS interior con el tiempo. Eso sí, muuyy lentamente, hay que tener muuucha paciencia)

¿No es sorprendente el parecido que tiene este puente con el de Besalú? Si al final va a ser que no tenemos que salir de casa pa ver cosas majas...

Con un contexto tan idílico, pasó lo inevitable

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Acabé con toda la espalda colorá del sol ¡Mi primera quemada del año, qué ilusión!

Recuerdo gratamente este pueblo porque compramos unas botellacas de vino que pesaban como un muerto (eran pa la family, que conste, eeeh! Nosotras nos conformábamos con cerveza jejeje)

Una cosa muy curiosa de esta cité era que te encontrabas a gente sobando en los lugares más inverosímiles. Este hombre, a pesar de lo que pueda parecer, no era un probador de colchones
( ¿o sí?)

La gran anécdota (bueno, una de ellas) tuvo lugar en el cine de Albi. Como turistas freaks que somos, fuimos a ver "300". Hasta aquí cap problema. La cuestión es que yo soy incapaz de sentarme como una persona normal en esos incómodos asientos y siempre acabo adopatando las posturas más estrambóticas. La cuestión es que, en un determinado momento de la película me olvidé de que existía gente en los asientos de delante. Con gran desidia, levanté mi lindo y delicado piececito y se lo planté a una pareja francesita en todas las narices. Ale, tol romanticismo a tomar por culo. Por suerte no se lo tomaron muy mal. Esto sí que es confraternizar con las comunidades vecinas

Para no olvidar tan grato momento, volvimos a hacer el subnormal en la sala, una vez que se hubo marchado todo el personal. Lo malo es que al salir nos dimos cuenta de que se veía el interior de todas las salas a través de unas oportunas pantallitas. Por si todavía quedaban dudas, dejamos muy clara nuestra condición de "spanish paletas"Con esta apasionante historia me despido hasta la próxima. Porque habrá próxima ;)
(y sí, es una amenaza jeje)