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Qué bonito... a simple vista parecería que he tenido una regresión a la infancia, pero la cosa no va por ahí (hoy no). Esto es parte de una performance que los japos -como no- han creado para una campaña contra el calentamiento global (o la deixalleria mundial, más bien).

Si os fijáis, la Barbie está usando una bolsa de la compra propia en vez de utilizar una de ésas que te dan a destajo en el súper (menos en el Lidl y en Ikea, que te hacen pagar por ellas). El cartelito ese tan mono rosa en forma de corazón no es meramente decorativo. En él se puede leer (para los que no sepáis japo os lo traduzco, pero que sea la última vez :P): "Uso mi propia bolsa para comprar". Y es que la delicada muñequita no quiere usar bolsas de mierda que no ayudan nada al medio ambiente, y la verdad es que por una vez estoy con Barbie, ¡¡¡ya no sé donde meter tantas bolsas de plástico, las odio!!! ¡¿alguien le puede decir a las dependientas que no necesito una bolsa para meter un chupa-chups ni una pulsera?!

A veces se empieza por cosas tan pequeñitas como éstas. Y os lo dice una a la que le cuesta reciclar :)