"Oda" a Anita

Anita Obregón es conocida por... por... bueno, es conocida. Ayer, después de pasar un cierto tiempo en la inopia a excepción de las apariciones con su nuevo novio yogurín, dio en exclusiva una entrevista a Televisión Española (Hora Cero). Y no defraudó. Como ella suele hacer, nos otorgó grandes perlas dialécticas.

Una de las cosas que más "gracia" me hizo fue que ella afirmó que no entiende el trato que recibe de algunos periodistas. Debo tener algo en la cara para que se metan conmigo. Yo lo único que he hecho desde que he nacido es estudiar en la universidad, luego hacer un máster en dirección de empresas, ser buena madre, intentar tener novio y enamorarme... ni he matao, ni he violao, ni he robao... Pos menos mal nena, sólo faltaría. De todas maneras, ¿te parece poco aparecer en paños menores en la tele (recordad la serie Ana y los siete, donde interpretaba a una bailarina de estripís) y crear consecuentes traumas infantiles -y adultos-, regalar posados playeros que pasarán a los anales del terror y simplemente, ofrecernos tu horrorosa e infame estampa?

Lo mejor de todo es que ella asegura que, desde pequeñita, siempre se ha sentido atraída por las cámaras. Desde pequeña me imaginaba que me perseguía una cámara. ¡Si hubiera sabido...! Pero claro, las cámaras que a ella le gustan no son precisamente las del Tomate. Ah Anita, es que los tiempos han cambiado, ya no estamos en esa época postfranquista en la que sólo existían dos cadenas y ninguna elección. De acuerdo que el periodismo se ha deformado en la actualidad hasta límites inosspechables y deprecables, pero con bichos como tú, Anita, la verdad es que dan ganas de barrer todos los límites.

Todos estamos hartos de ver a la Obregón en gran parte de las crónicas de cotilleo, siempre ofreciendo su mejor sonrisa. Pero atención porque ahora viene lo mejor: Anita afirma que jamás hablo de mi vida. Jamás. A continuación, en el programa Hora Cero nos pasa a relatar con concienzudo detalle todos sus romances habidos y por haber. Pero es que todavía tiene la cara de amenazar con que algún día de mi vida hablaré y cuando hable muchas cosas, sabes, la gente dirá "joe, que pedazo de tia!" y hay muchos silencios que guardo para mi, muchas cosas de mi vida que se quedan para mí. Pues mira, habrá que darte las gracias por mantener un mínimo de decencia y no contarnos como te lo montas en la parte trasera de un coche. Una delicadeza, Anita, digna de toda una señora.

Esta "señora" tuvo un episodio aparentemente escabroso con un Rottweiler. En concreto, parece ser que su hijo Alex fue atacado por un perro de esta raza. Lamentable, no puedo decir otra cosa. Sin embargo, lo que me parece más lamentable aún son sus declaraciones posteriores: En Francia este tipo de raza ya está prohibida. Porque ha habido muchas muertes de muchos niños en parques públicos, los sueltan, y son perros que genéticamente tienen esos genes que son agresivos, que atacan, que muerden y que tienen tanto poder en su mandíbula y en sus músculos...

Y tú, Anita, ¿no te has dado cuenta de que genéticamente eres gilipollas? No tienes ni puta idea de lo que dices, y lo malo es que lo dices a través de la caja tonta, y encima pública, aumentando la alarma social que ya pesa sobre estos animales. No entraré en detalles, pero no me cansaré de repetir que, obviamente estos perros tienen fuerza, pero que no están "genéticamente" diseñados para matar ni nada por el estilo. Parece mentira que una bióloga como tú no sepa la función que originariamente, y aún hoy, tienen estos animales. Existen razas que sí que han sido mezcladas para obtener más ferocidad, pero definitivamente esto no se puede decir de los Rottys. Las estadísticas -para que te vas a molestar en leerlas- dicen que no son precisamente los Dankitos los que más percances tienen, sino otras razas que no quiero nombrar para no meter más cizaña.

En todo caso, si se tuviera que eliminar alguna raza, sería indudablemente la tuya, Anita. Porque yo más arpias de tu calibre no estoy dispuesta a tolerar, y más teniendo en cuenta de que tus honorarios salen de los impuestos que pago al Estado, ya que estás abonada a la tele pública. La única cadena, por cierto, en la que siguen aguantando tu careto. Todavía me pregunto por qué.