¿SeXy?

El periódico gratuito "20 minutos" ha publicado hoy la lista de los diez hombres más sexys del mundo. Hasta aquí todo bien. La cuestión es que los resultados han sido extraidos de la revista británica New Woman, la cual incluye nombres no muy reconocidos entre nuestras líneas. Vale que el numero uno es Brad Pitt, pero ¿alguien sabe quien es, así de golpe, de Shayne Ward? ¿Y Daniel Craig? ¿Y Simon Jones?

Entonces, ¿por qué convertimos en referencia una lista que carece de pleno significado para nosotros? ¿Por qué no creamos y damos importancia a una propia? Es lo mismo de siempre. Siempre preferimos tomar como referencia patrones externos, ya sea en los Oscars (los Globos de Oro no son más que las antesalas de los Oscar), en la música o en la moda.

Por otro lado, tambén me parece un poco patético que, en el mismo artículo, al guapo actor Olivier Martínez se le describa como "El actor francés sale con la cantante Kylie Minogue", como única referencia. Que pena que sólo (o principalmente) te conozcan por eso.

Además, tengo que confesar que siempre me han parecido de lo más idiotas estas clasificaciones porque, después de todo, para gustos los colores. Muchos/as me dirán: "sí, pero no me negarás que existen los llamados guapos universales". Puede ser, para el resto del universo, pero para mi precisamente esos son los que más rabia me dan.
Pero bueno, supongo que no podemos escapar de esta adicción a clasificarnos. De hecho, lo hacemos desde nuestra más tierna adolescencia, cuando hacíamos esas listas de "el más guapo/a de la clase", o directamente "el más buenorro/a", "el mejor culo", etc. Nunca han habido listas de "la más simpática" o de "la más enrollada" (en el sentido de buena persona, no malpenséis). Y aquí se han originado muchos traumas "infantiles" que muchos todavía acarrean a su madurez.

Y enlazando con el tema de la belleza externa...

Hoy, cuando volvía en metro del trabajo, me he fijado en una mujer de unos 30-40 años que llevaba una buena parte de su cabellera plagada de canas. Mi primer pensamiento ha sido: " qué vieja le hacen, debería teñírselas". Y acto seguido me ha venido a la cabeza Albert Om, ese periodista catalán (El Club), y lo majo que está con sus canitas. O sea, que los hombres sí y las mujeres no. Pues vaya.

Es lo mismo que la barriguita ésa que sienta bien a los hombres y que a las mujeres les sobra. Y no sigo porque sería un no parar. ¿Y sabéis lo peor? Que somos las mujeres las primeras esclavas y responsables de todo esto a lo que muchas querrán llamar "machismo". Chicas, el machismo empieza por nosotras mismas. No estoy diciendo que no os tiñáis las canas. Esto es demasiado trivial. Son otros hábitos los que todavía nos cuesta desterrar. Abajo las armas de la inútil guerra de los sexos, y arriba las herramientas de construcción para potenciar nuestra propia personalidad.